domingo, 13 de enero de 2008

Colonizacion Cultural.

Conquistador. Ilustración de Felipe Sobreiro

Praderas
27.12.07 - JOSÉ JAVIER ESPARZA

TVE-1 dedicó la tarde de Navidad a la versión cinematográfica de 'La casa de la pradera', dirigida por David L. Cunningham, sobre la novela de Laura Ingalls 'Wilder's little house in the pariré'. Los más canosos recordamos, por supuesto, la exitosa y lacrimógena serie televisiva capitaneada por Michael Landon en los setenta. Ese relato, basado en una experiencia real de la propia Ingalls, viene a ser un homenaje a los miles de norteamericanos que abrieron el oeste a fuerza de arado, carreta y escopeta. Es un periodo infinitamente glosado por el cine y la literatura. Y hacen muy bien los norteamericanos en contarse una y otra vez esa historia, porque ahí descansa su cohesión como comunidad.

Ahora imaginemos esta otra historia. Una joven y humilde costurera extremeña espera el retorno de su esposo, que ha marchado a América. Pasan los años y no recibe noticias de él. Resuelta, decide viajar a América ella también. Llega a Perú y descubre que su esposo ha muerto. Como es viuda de soldado, recibe unas tierras en propiedad. Se enamora del hacendado vecino, otro conquistador; éste también se enamora de ella, pero su amor es imposible, porque él está casado con una dama que sigue en España. La viuda y el conquistador dejan sus haciendas para encabezar una nueva expedición hacia el sur. Han de librar terribles batallas con los indios. Lograrán su objetivo: fundan Santiago de Chile. Pero al conquistador se le obliga a dejar a la joven. Ésta terminará casándose con otro conquistador, junto al cual vivirá treinta años de apacible matrimonio. En cuanto al galán infiel, será capturado por los indios mapuches, que se lo comerán vivo.

No es el argumento de una película: es la historia real de Inés Suárez y el conquistador Valdivia, hacia 1540. Yo la cuento en mi libro 'La gesta española' y ha sido glosada muchas veces (por ejemplo, por Isabel Allende), pero a ningún creador audiovisual se le ha ocurrido jamás llevarla a la pantalla. Ni ésta, ni ninguna otra de los centenares de historias parecidas que salpican la peripecia española en América. Nuestra imaginación está llena de praderas de Kansas, familias Ingalls y hasta caravanas de mujeres, pero lo ignoramos todo sobre Inés y Valdivia, sobre Mencía Calderón o sobre Cabeza de Vaca. Eso se llama...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Así nos va....

jorgogi dijo...

Más historias de la Historia:

http://www.spaniolere.dk/Spansk/index.htm

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