Alegrias de la Vida

El otro dia salia en la TV un nota que habia escrito un libro sobre los pequeños palceres de la vida, esos detalles cotidianos que por rutinarios no se aprecian en su justa medida y se dejan pasar y pueden ser en realidad grandes porciones de felicidad.

Hoy he cogido dos cebollas, del tamaño de una pelota de tenis, las he picado, las he puesto en la sarten a fuego lento con un pequeño pero generoso chorrito de aceite de oliva.

He hervido agua en una cazuela con un taquito de esos de caldo de verduras y le he añadido macarrones.

He ido reogando la cebolla con la intencion de que poche, no no se cómo cojones lo hace el arguiñano ese en 5 minutos, pero harto de esperar y con la pasta casi al dente, he picado 4 lonchas de bacon (la de veces q he leido bocata de beicon!) y se las he tirado a la cebolla. Cuando ya estaba un poco hecho el bacon, le he añadido un brick pequeño de nata y dos quesitos y le he metido un poco de caña a la vitrocerámica, hasta que ha empezado ha echar pompas, he bajado el fuego y he ido removiendo todo para que se mezclaran los sabores.

Me he servido la pasta, un poco, en un plato hondo, que ya estaba escurrida y lavada con agua fria, he servido la salsa generosamente por encima y comiéndomelo he tenido uno de esos momentos "felices" que comentaba al principio del post.

No es porque me lo haya hecho, si no porque estaba de miedo :DDD

¿Y saben qué es lo mejor? que como las proporciones han sido para dos personas, esta noche repito, que tengo por ahí un cariñena del '96 que hay que terminar antes de que se ponga malo.

Que Uds pasen un feliz fin de semana.