Donde las dan las toman.

   Jota no es rencoroso. El piensa que tiene sentido de Justicia. Así con Mayúscula. Justicia lo que quiera que eso signifique. Jota entiende que Justicia es lo que a cada cual le corresponde, lo que cada cual, en sus circunstancias, se merece. Y a veces, Jota hace Justicia. Al menos es feliz pensando que es así.

 

   A Jota un colega de toda la vida, porque Jota tiene ya más vida por detrás que por delante, le ha estado dando la brasa los últimos meses con el tema del seguro de la casa. Al final por el colega y por su propio bolsillo ha firmado un seguro con otra compañía que le da mayor cobertura, bastente mayor cobertura y le pide menos dinero, bastante menos dinero.

   Como el anterior seguro iba vinculado a la hipoteca ha tenido que ir al banco para, por un lado, pedir que devuelvan el recibo del cual ya le habían hecho el cargo y por otro lado, notificar el nuevo seguro.

   En la sucursal tenían a una niña muy bonita, morena siempre muy arregladita y muy atractiva. De la que cualquier director de sucursal gusta de tener para invitarla a comer, a merendar, a cenar y a a lo que trague. Ya no está. Jota no sabe si la han largado o la han ascendido. Tampoco le importa. En su lugar esta el segundo de a bordo, lo cual ya dice mucho. Son las doce pasadas y el segundo ya tiene los pelos revueltos y se ha quitado la corbata.

Segundo.- ¿Tu ya has pagado este seguro que me traes?

Jota.- Supongo que sí. -Jota dice la verdad, no lo sabe.- Yo ya he firmado todo lo que había que firmar.
Segundo.- Te lo pregunto porque podríamos mirar cuanto se puede mejorar aqui...
Jota.- Hombre... yo creo que después de cinco años, ahora no es el momento para hacerme una propuesto, no crees?

Ni mu!

***

Jota firmo un papel más y según salía de la sucursal un señor con un pañuelo en la cabeza, un saco de esparto a modo de capa y una vara entraba y con pose heroica clamaba: "Sus voy a crujir!!!"