Ya no me dejan ir a 120, ni fumar en los bares, hace ya tiempo que se acabó zamparme unos bollos por aquello de los trigliceridos y el colesterol, ni cañita de cerveza ni copichuela de tinto. Adiós al carajillo, al anisete y a comerte el coño, cariño.
Todo lo que te digo es malo para mi salud, pero hacermelo contigo me puede producir cáncer. Adiós a descender a tu entrepierna, al vértigo, al calentito pa' mis orejas. Adiós al brillo de tu oro, tu incienso, tu mirra. Adiós a atragantarme... de sabor a miel.
4 comentarios:
como pensemos en las consecuencias que tienen las cosas, ni siquiera bajaríamos las escaleras por si nos resbalamos, nos caemos y nos hacemos una fractura de cúbito.
pues yooo creo que por si acaso no votaré a un partido mayoritario....
Qué suertudo Pepito, es un tanto directo y brusco pero se sale con la suya y yo por preguntar a qué te dedicas ya me ponen cara de perro, jo, como para saltar por ahí...
No me seas taliban eh?, las cosas tienen un limite (aparte del impuesto, claro)
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